Una cata es el arte de valorar y analizar un vino. Es un acto degustativo donde se pretende descubrir los secretos que aguardan diferentes vinos y que matices pueden intervenir en las emociones a la hora de beberlo.
Ya os contábamos en otro post cuáles son los pasos básicos para realizar una cata de vino, pero hoy vamos a analizar los diferentes tipos de catas que existen y en qué se diferencian.
En una cata participan la vista, el olfato y el gusto. Las sensaciones que evocan en cada uno de estos sentidos puede hablarnos de su origen, la añada, su producción, etc.
Cata vertical
En este tipo de catas se analizan diversas cosechas de un mismo vino. El objetivo de la cata vertical es observar la evolución del vino y averiguar cuál ha sido la mejor añada y diferenciar las características de cada una.
Con la cata vertical también podemos averiguar la influencia en los procesos de elaboración para tomar decisiones de cara a posibles cambios.
Cata horizontal
La cata horizontal se caracteriza porque los diferentes vinos que la componen deben tener una característica en común, como puede ser la denominación de origen, la añada o la misma variedad de uva.
En esta ocasión se trata de que los participantes comparen los distintos métodos de vinificación entre bodegas, temperaturas, los distintos suelos, etc.
Cata ciega
Para este tipo de cata los participantes conocen con anterioridad las características de los vinos a catar: el tipo de uva, la añada, etc. Pero una vez puesto al análisis las botellas están cubiertas y el catador debe puntuar el vino sin ver nada que lo pueda influenciar en su puntuación.
Se van tomando notas de la experiencia con cada vino y se trata de averiguar la añada, el tipo de uva, la procedencia y las sensaciones que evoca.
Mmuchísimas gracias por cada enseñanza, me encantaría recibir informaciób periódica.