Desde pequeña, Susana Pedrón ha estado ligada al mundo de la viticultura. Hija de viticultores de la demarcación de la DO Utiel-Requena, creció rodeada de viñedos, participando activamente en las labores del campo. Actualmente, como Coordinadora de Laboratorio en el Instituto Tecnológico de Viticultura y Enología de Requena, ha visto cumplido su sueño “este centro siempre fue un referente para mí”, comenta Susana. Tras formarse como ingeniera técnica agrícola, ingeniera agrónoma y, más tarde, como enóloga, ha seguido los pasos de su familia, dedicando su vida profesional al mundo del vino. Su trayectoria le ha permitido aportar una visión integral al Instituto, que une tanto la teoría como la práctica.
Uno de los principales retos que enfrenta el sector, según Susana, es la caída en el consumo de vino tinto. A esto se suman los efectos del cambio climático, que obligan a una constante adaptación por parte de los viticultores. Sin embargo, no todo son obstáculos. “Por ejemplo, en nuestra parcela experimental de El Rebollar, hemos observado que algunas variedades del Norte están adaptándose sorprendentemente bien a las condiciones locales, lo que podría abrir nuevas oportunidades para la viticultura de la comarca”.
El trabajo que realiza el Instituto Tecnológico de Viticultura y Enología en colaboración con la DO Utiel-Requena es esencial para garantizar la calidad de los vinos. Uno de los procedimientos clave es el muestreo de uva antes de la vendimia. “Los técnicos de la DO son los encargados de recoger muestras en parcelas seleccionadas, que luego se traen al laboratorio para su análisis”, explica Susana. Este análisis proporciona información precisa a las bodegas, cooperativas y viticultores sobre el estado de maduración de la uva, lo que permite determinar el momento óptimo para iniciar la vendimia.
Además, en el proceso de certificación de los vinos, el Instituto realiza análisis exhaustivos que verifican las características organolépticas y químicas de los caldos, asegurando que cumplen con los estándares de calidad exigidos por la Denominación de Origen. Solo aquellos vinos que superan estas pruebas obtienen el sello de calidad de la DO, un reconocimiento fundamental en los mercados.
A pesar de llevar poco tiempo como coordinadora de laboratorio, Susana Pedrón está profundamente satisfecha con su recorrido. “Tomé posesión el año pasado y ha sido un año muy intenso, pero gratificante. Espero que pronto se vean los frutos de todo el trabajo realizado”, concluye. Su pasión por la viticultura y su compromiso con el sector hacen de ella una figura clave en el futuro de la viticultura en el Instituto Tecnológico de Viticultura y Enología de Requena.