¿Aún crees que los limites del vino se quedan en la comida salada? Entonces necesitas leer este post, sobre la potente fusión del vino y el chocolate. Si eres un auténtico wine lover sabrás que el mayor riesgo a la hora de esta combinación reside en el potente azúcar de los alimentos más dulces. Pero esto solo hace que convertir este maridaje en algo más atrevido, fácil de solventar siguiendo algunas pautas. Hoy vamos a darte algunos trucos para combinar vino y postres, toma nota.
Un buen maridaje debe resaltar las características del plato que acompaña y prolongar la sensación de sabor intenso en nuestro paladar. Para que esto suceda en la combinación de postre y vino debes tener en cuenta 3 factores.
El primero será la intensidad de los sabores del postre. Puede estar elaborado con más leche y tener un sabor más suave; ser más amargo si el protagonista es un chocolate puro o tener un mix de sensaciones si las frutas son sus protagonistas. Tómate un segundo para analizar la intensidad de sus ingredientes, partiendo de este análisis previo podrás hacer la primera selección. Los postres con sabores intensos necesitaran vinos más potentes y los sabores más suaves buscan vinos más delicados. De este modo conseguirás armonizar los sabores.
El segundo ítem que debes tener en cuenta es la acidez del vino elegido. Los vinos con una acidez elevada maridan mejor con frutas que tengan esta misma característica o postres donde estas están muy presentes. Por ejemplo una macedonia o una tarta de limón.
También debes tener en cuenta el dulzor del vino. El azúcar del vino y el postre no deben competir, sino complementarse. Por lo tanto, a vinos más dulces postres más azucarados.
Teniendo esto en cuenta puedes descorchar una nueva botella a la hora de finalizar la comida con el postre o incluso hacer una degustación con esta combinación tan deliciosa.
