Cuando se trata de explorar y entender los matices del vino existen varios eventos y técnicas de cata en los cuales los entusiastas pueden participar. Una de estas técnicas se conoce como cata vertical de vinos. En este artículo, hablaremos sobre su concepto, su propósito y cómo difiere de otros métodos de cata.
Entendiendo la cata vertical de vinos
La cata vertical de vinos es un método de evaluación del vino que involucra probar múltiples añadas del mismo vino de diferentes años. Esta técnica permite a los amantes del vino comprender y comprobar cómo cambian las características de un vino particular con el tiempo. Al probar diversas añadas y compararlas los participantes pueden apreciar el impacto de las variaciones climáticas, las técnicas de elaboración del vino y el envejecimiento en los sabores, colores y aromas del vino.
El propósito detrás de las catas verticales de vinos
Las catas verticales de vinos ofrecen una profunda comprensión del potencial de envejecimiento y desarrollo de un vino específico. Profesionales del mundo del vino organizan estas catas para observar la transformación de un vino y su evolución desde sus primeras etapas hasta su madurez. El propósito es brindar una comprensión integral de la trayectoria de envejecimiento de un vino, mostrando su consistencia o variabilidad a lo largo de varios años de producción.
El proceso de una cata vertical de vinos
Las catas verticales de vinos son eventos meticulosamente planificados que requieren una logística bien pensada. Es esencial asegurarse de que los vinos se almacenen correctamente, manteniendo condiciones ideales para el envejecimiento y para conservar su calidad e integridad.
El número de copas dependerá de las añadas que se vayan a catar, pero siempre será una copa por vino. Durante la cata, cada añada se vierte en una copa teniendo todas al alcance de la vista. Esto permite a los participantes observar el color, la claridad y la densidad de los vinos. Los catadores comienzan por oler y agitar el vino en la copa para evaluar sus aromas y determinar cualquier diferencia notable entre las añadas. A continuación, toman un pequeño sorbo para examinar los sabores, las características varietales y los elementos estructurales como la acidez, los taninos y el cuerpo.
A lo largo de la cata los participantes toman notas, comparten sus observaciones y discuten sus hallazgos con otros entusiastas. Este enfoque colaborativo fomenta una apreciación más profunda del vino y cultiva un sentido de comunidad entre los participantes.
En definitiva, una cata vertical de vinos es una experiencia inmersiva que muestra la artesanía y evolución de los vinos a lo largo del tiempo. Al sumergirse en las catas verticales, los entusiastas del vino pueden profundizar su conocimiento, refinar su paladar y desarrollar una apreciación más elevada por el mundo del vino.