Lo confesamos, solo de escribir ya estamos salivando. Imaginar estas dos creaciones juntas nos hace morir de ganas de salir corriendo a la despensa y ponernos manos a la obra. Las croquetas son esos pequeños trocitos de cielo que combinados con un buen vino Denominación de Origen Utiel-Requena te pueden transportar al paraíso en solo un bocado.
Lo mejor de las croquetas es su amplia variedad de ingredientes: carne, pescado, lácteos, verduras… Lo que hace posible que encuentres la mejor para cada tipo de vino. Hoy vamos a darte algunas pistas para los mejores maridajes pero, como siempre, lo mejor es que te permitas investigar. Que cuando vayas a degustar este dúo tan sabroso actives todos tus sentidos y encuentras la combinación ganadora en tu paladar.
Ten en cuenta que lo esencial para un buen maridaje es que los sabores de ambos productos se potencien y acompañen. Una combinación fallida sería esa en la que uno de los lados fuera tan intenso que eclipsara al otro.
Por ejemplo, ¿con qué vino podríamos combinar la típica croqueta de bacalao? Para este caso permítenos aconsejarte un blanco, de los intensos. Uno que haya pasado por barrica y con una sensación untuosa en boca. Una combinación que te sorprenderá
Para la croqueta de cocido, otra de las tradicionales, te recomendamos que te decantes por un vino con la misma intensidad. Un buen reserva Bobal podría ser el candidato idóneo con aroma maduro y carnoso ¡Menuda delicia!
Si en tu plato vas a poner croquetas de pollo puedes decantarte por una opción más suave y frutal, como un blanco que te deje una sensación refrescante en el paladar.
¡Y si quieres conocer lo que es el autentico placer debes combinar un rosado y unas buenas croquetas de queso! De diez. Escoge un vino dulce pero no demasiado empalagoso para compaginar con la suavidad del queso fundido.
¿Qué más combinaciones se te ocurren? Cuéntanosla y haznos la boca agua… o aún mejor ¡vino!