El pasado 25 de Abril se debatió “El papel socio-económico, medioambiental y cultural de las Denominaciones de Origen en las zonas rurales” en una jornada con el mismo nombre. Una cita organizada por la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vinícolas (CECRV), la Red Rural Nacional y Origen España, Asociación Española de Denominaciones de Origen.
Para dar respuesta a “¿qué sería de muchos territorios sin las DD.OO.?” se reunieron en la jornada numerosos representantes de diversas denominaciones de origen españolas, administraciones públicas y agentes de diversas zonas rurales de nuestro país. La inauguración del evento se llevo a cabo por Ignacio Gil Jordán, Director General de Desarrollo Rural, Agricultura y Ganadería del Gobierno de Navarra, y Carolina Guitiérrez Ansótegui, Subdirectora General de Dinamización del Medio Rural.
Antes de comenzar con los tres grandes bloques que formaron el evento, David Palacios Algarra, Presidente de la CECRV y Jesús González Vázquez, Presidente de Origen España, quisieron dar respuesta a una pregunta básica pero compleja: ¿Qué es una Denominación de Origen?
Ambos insistieron en que es mucho más que un mero concepto o etiqueta. Las denominaciones de origen se han convertido en instrumentos que se utilizan para preservar, proteger y diferenciar un territorio. Son un sello de garantía frente al consumidor y un aval para los propios vecinos del territorio. Se han convertido en los motores que dinamizan sus regiones y por ello es imprescindible darles el valor que merecen.
Tras esta importante reflexión se dio paso al primer bloque, que abordaba un tema de rigurosa actualidad, “Las DD.OO. como herramienta contra la despoblación”. En él se trató esta crisis desde un punto más humanista. Luis Antonio Sáez Pérez, Director de la Cátedra de Despoblación de la Universidad de Zaragoza, habló de la importancia que tiene la ilusión como chispa que enciende la voluntad. Voluntad de quedarse, de regresar o de prosperar. Además, sugirió abordar esta crisis con un enfoque más profundo que se basara en las raíces de cada región. “Se debe entrar hacia el territorio, abordar los valores de las personas y centrarnos en innovar más renovar”, afirmó.
Lo acompañaron en la ponencia Francisco Carreño Sandoval, Presidente de la D.O. Bullas y Teresa Bartolomé García, Presidenta de la D.O.P. Pimentón de Vera. Carreño y Bartolomé dejaron claro el papel que las denominaciones de origen tienen como gestores del territorio y dinamizadores transversales, incentivando al sector primario (producción), secundario (elaboración) y terciario (turismo). Además defendieron que son la pieza clave en el anclaje de los habitantes al territorio.
El segundo bloque fue moderado por Ana Sagüés, Jefa de Sección de Viticultura y Enología de EVENA. En este se abordó el papel de las Denominaciones de Origen como generadores de ecosistemas positivos para el medio ambiente.
La ponencia principal de esta temática corrió a cargo de Luis Miguel Domínguez Mencía que alertó sobre la “falta de orgullo rural” de España y por qué este es el peor enemigo de nuestros ecosistemas. Una desconexión de lo natural que nos está alejando de lo rural.
También colaboró en este bloque Carmina L. Cárcel Pérez, Secretaria General de nuestra Denominación de Origen Utiel-Requena. Cárcel recalcó la labor activa de nuestro organismo por impulsar y facilitar el relevo generacional, cómo estamos trabajando con los jóvenes de nuestra región en un proyecto de integración vinícola y cómo estamos reconociendo el papel fundamental de la mujer rural.
Carmina también señaló nuestra labor por proteger el ecosistema particular de Utiel-Requena y el empeño por potenciar nuestra variedad autóctona, la uva Bobal. Además se dio valor a nuestro método de trabajo que está “aglutinando todas las asociaciones para crear una mesa sectorial con las personas que tiene una sensibilidad especial hacía nuestro entorno”.
También participó en este bloque Alfonso Alcaide Núñez, Secretario de la D.O.P. Mejillón de Galicia. Alcaide recordó la función de las DD.OO. como generadoras de un ecosistemas beneficiosos para el medio ambiente, que preservan y fomentan la biodiversidad de nuestros mares.
En tercer lugar se abordó la función de creación y reparto de valor mediante las labores de las Denominaciones de Origen. La ponencia principal sobre este asunto la impartió Lourdes Zuriaga Perruca, periodista agroalimentaria.
Zuriaga nos hizo reflexionar sobre “¿qué aportan las denominaciones de origen al producto?” y sentenció: “La D.O. se convierte en una marca de calidad, así lo percibe el consumidor. Se convierte en una garantía”. Además, la periodista afirmó algo con lo que también estamos completamente de acuerdo “Una DO aporta orgullo por lo que se produce”.
Sole García Insua, Directora de PCatS Comunicació, agencia especializada en agroalimentación, defendió que la Denominación de Origen es un territorio de marca. Habló de cómo una D.O. se puede convertir en “una manera de definir y conceptualizar una ventaja competitiva”. Además recalcó la importancia de crear una estrategia de branding que se convierta en “un inventario de los valores, el recorrido, lo que nos diferencia y aquello que podemos aportar al consumidor”.
Se sumó a estas reflexiones tan valiosas José Antonio Pavón Domínguez, Director General de la D.O.P. Jabugo. Una marca muy representativa de lo que se hablaba en este bloque y explicó cómo han conseguido generar sentimientos de pertenencia entre sus consumidores y el compromiso con el territorio.
Por último, la jornada concluyó con una mesa redonda protagonizada por José Manuel Rodríguez González, Presidente de la D.O. Ribeira Sacra; Juan Descalzo Alfaro, Vocal de la D.O. Manchuela; Jessica López Fernández, Presidenta de la DOP Cabrales y José María Ustarroz, Presidente de la DOP Idiazabal.
En ella se ejemplificó el antes y el después de un territorio tras la aparición y el desarrollo de una denominación de origen. En dicha mesa, se dejó constancia de la importancia del convencimiento de la población de la zona por impulsarla mediante proyectos integradores que generen sinergias entre diferentes ámbitos y actividades de la zona y que se retroalimentan entre sí. Una D.O. es un proyecto de este tipo, que ofrece reputación, sostenibilidad y unidad.
En definitiva, el evento sirvió para dejar constancia de que las DD.OO. son fuentes de sostenibilidad porque sus productos se pueden producir de manera perdurable sin agotar los recursos o dañar el medio ambiente. También porque contribuyen a ofrecer a las generaciones futuras un porvenir basado en el desarrollo social y económico de una zona, respetuoso con el medio ambiente y que contribuye a revitalizar los aspectos culturales del territorio, a través del enoturismo y de las sinergias con el patrimonio histórico-artístico y gastronómico.
Las Denominaciones de Origen, además, juegan un papel clave en la evolución de un territorio. Para poder fijar y atraer población al medio rural, esa población tiene que poder vivir del campo, sentirse orgullosa de su trabajo y pensar en el futuro de sus hijos. Los productores y elaboradores de los productos con D.O. ven cubiertas estas necesidades.
En conclusión, esta jornada sirvió para divulgar la labor que se lleva a cabo desde las denominaciones de origen, que se han convertido en una fuente de estabilidad socio-económica para las poblaciones del medio rural, una herramienta de preservación de los ecosistemas naturales y en un instrumento que contribuye a revitalizar y dinamizar los recursos culturales de dichas zonas mediante sinergias con el patrimonio histórico-artístico de la zona. Fue todo un placer asistir a esta cita extraordinaria y poder contar nuestra labor.
