Uno de los puntos que siempre se suele destacar en las notas de cata es el color del vino, pero ¿por qué? ¿Se puede distinguir un buen vino sólo por su color?
En primer lugar, cabe destacar que el color del vino es uno de los aspectos más complicados de definir de manera objetiva, debido a que acostumbramos a utilizar distintos adjetivos para describir un mismo color, dado que cada persona percibe el color de forma diferente, en función de sus referencias personales y experiencias.
Sin embargo, es un punto que nos informa acerca de muchas de las cualidades que posee el vino en cuestión, antes de que entre en nuestro paladar. Por ejemplo, el nivel de capa está vinculado con la intensidad del vino, mientras que el brillo con su acidez y pH, y la transparencia y la limpidez con su estabilización y filtrado. Esto quiere decir que, dependiendo de las características que el vino presente en su color, podremos saber ante qué clase de vino estamos.
Color Wine: El color del vino nos indica sus cualidades y calidad. Fuente: Grape Collection
Pero, ¿cómo saber si es un buen vino? Más que poder reconocer si estamos ante un buen vino, lo que podemos es saber cuándo el vino no se encuentra en las mejores condiciones, ya que un vino siempre ha de ser limpio y brillante, por lo que si lo encontramos demasiado turbio puede indicar que no se encuentra en estado adecuado.
Aunque, hemos de tener en cuenta que también hay ciertos sedimentos naturales producidos por un largo envejecimiento en botella, que no tienen nada que ver con la calidad del vino, al estar relacionados con sus propias características.
¿Cómo se observa el color del vino?
Llegados a este punto, te estarás preguntando cómo puedes observar el color del vino. Los expertos recomiendan inclinar la copa de vino medio llena entre 30 y 45° y examinar el borde o ribete del líquido, es decir la zona en la que éste se une con el cristal, porque en este lugar es más fácil distinguir sus matices cromáticos.
Observar el color: Examina atentamente el color del vino para identificar sus matices.
Asimismo, se necesita una apropiada luz clara, a poder ser natural, sobre un fondo blanco, por lo que los catadores utilizan manteles blancos, con el objetivo de poder detectar mejor los colores del vino.
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