En anteriores posts os hablábamos de cómo escoger la vinoteca perfecta, según nuestras necesidades y baremos de precio. Las había de todas las clases: termoeléctricas, con compresor, de segunda mano…
Pero ¿y si no tengo vinoteca? ¿Puedo conservar bien los vinos? ¿O estoy condenad@ al fracaso?
No desesperes… Atent@ a nuestros viniconsejos del día:
- Cuando compremos el vino y nos llega en su embalaje (normalmente en cajas de cartón), lo primero es sacar las botellas del cartón, ya que es conductor del calor y puede alterar sensiblemente la temperatura de nuestros vinos.
- Alejar las botellas de vino de los puntos de luz directa.
- Intentar que la habitación tenga una temperatura no superior a los 20ºC y vigilar la humedad, son otras de las recomendaciones para evitar que en el corcho puedan florecer hongos y malos aromas.
- Evitar volver a cerrar la botella con el mismo corcho. Lo más ideal sería una bomba de vacío manual y un sitio fresco y seco. De esta forma evitamos introducir microorganismos que puedan contaminar el vino en presencia del oxígeno.
- El botellero puede ser una alternativa a las vinotecas, más económico y más decorativo. Pero… ¡ojo! No caigamos en el error de ponerlo decorando el salón. Precisamente es una de las estancias con temperatura más variante, debido al uso de calefacción y aires acondicionados. En cualquier caso, si te decides por esta opción, comprueba que el botellero tiene las paredes opacas, para facilitar la mejor conservación del vino. Y siempre las botellas en horizontal, que el corcho esté en contacto con el vino.
¿A qué esperas para servirte un Utiel-Requena y dejarte llevar?
¡Salud y DOUR!
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