Los mejores vinos no se miden por el precio a pesar de que algunos son muy caros, si no que se lo digan al asiático que compró un ejemplar de Châteaux Lafite-Rothschild 1869, subastado en Hong Kong por Sotheby’s por 232.692 dólares.
Se trata de una de las botellas de vino más caras del mundo y equivale a 29.000 dólares la copa o más de 2.000 dólares el sorbo de este vino tan selecto.
La creencia popular nos dice que cuánto más caro, mejor es el producto, sin embargo, esto no es cierto y, desde luego, menos aun cuando nos referimos al vinos.
Hay muchos factores que influyen en el precio del vino y que no tienen que ver con su calidad.
- El precio de la uva – Las uvas son la materia prima del vino y su precio interviene notablemente en el coste final de una botella de vino. Hay cosechas que por las razones que sean (como en el caso de los viñedos viejos o muy exclusivos), producen una pequeña cantidad de uvas, lo que incrementa su precio.
- Gastos de producción – No es lo mismo un vino que se elabora mediante un proceso automatizado con máquinas, que los que se confeccionan de forma manual y requieren de más tiempo para su obtención. Al igual ocurre con los vinos jóvenes, que no necesitan madera por lo que son más baratos, mientras que los de crianza son más caros por el coste de la madera (si es nueva puede llegar a valer hasta mil euros).
Uno de los factores que influyen en el precio de los mejores vinos son los gastos de producción.
- La marca – En el mercado, podemos encontrar dos botellas de vinos producidas con la misma uva, obtenidas en la misma cosecha, elaboradas con el mismo proceso y pertenecientes a la misma denominación de origen con precios muy distintos. ¿La diferencia? La marca y su imagen. Hoy en día, el marketing es un factor fundamental a la hora de poner precio a los mejores vinos aunque el contenido sea el mismo.
- El lugar donde se compra – A la hora de comprar los mejores vinos, existen diferencias importantes de precio en función del lugar donde se adquieren. En tiendas especializadas el precio es superior al que se ofrece por el mismo producto en supermercados y grandes superficies. Y por supuesto, si lo encontramos en un restaurante, el precio será mucho mayor aún.
En los supermercados los mejores vinos están más baratos.
En definitiva, el precio no es un factor por el que se pueda medir a los mejores vinos mientras que sus sabores y sus aromas sí lo son.
