La región vitivinícola de Utiel-Requena cuenta con unas cualidades únicas que la posicionan como una Denominación de Origen con carácter y diferenciada. Sus vinos ya son reconocidos por su calidad, avalada también por una larga historia, una cultura vitivinícola, unas variedades autóctonas, la climatología y su ubicación, entre otras. En definitiva, nuestros vinos cuentan con un terroir distinguido y particular.
Enclave estratégico
La zona de Utiel-Requena se encuentra enclavada entre la meseta castellana y el litoral mediterráneo, a unos 70 km hacia el interior de la provincia de Valencia. Una de sus principales características es su inclinación, de entre 650 metros y 905 metros sobre el nivel del mar. Estos tres factores, la altitud, la inclinación y la proximidad al mar son rasgos geográficos que marcan la región vitivinícola y que imprimen unas señas particulares a los vinos de la zona.
La DO Utiel-Requena se extiende sobre una superficie de más de 34.000 hectáreas de viñedos
Milenaria tradición vitivinícola
Como ya hemos mencionado en varios post, la región cuenta con una historia de casi tres siglos, lo que significa que existe una tradición, cultura y economía en torno a esta actividad muy enraizada en las comarcas. Prueba de ello son los numerosos restos arqueológicos que existen en la zona, como las Pilillas de Requena, -visita muy recomendada-, ánforas, restos de pepitas de uva, documentos, así como las fiestas y costumbres de los pueblos que la forman.
Mención merecen también sus viñedos centenarios, con una producción especial y que ahora mismo son objeto de estudio gracias al proyecto #ValoraBobal cuya misión es mejorar y poner en valor la variedad autóctona de la zona, la Bobal y aumentar así su competitividad en el mercado.
Clima, suelo, historia, variedad de uva y disposición del viñedo se transfiere a los vinos aportándoles características únicas
Territorio y climatología
Actualmente la Denominación de Origen de Utiel-Requena se extiende sobre una superficie de más de 34.000 hectáreas de viñedos, la más extensa y homogénea de la Comunidad Valenciana. Su clima es Mediterráneo, pero dada su altitud, dispone también de notas de continentalidad, con fuertes oscilaciones térmicas que aportan a los vinos una elevada acidez y mayor concentración polifenólica en el caso de los tintos. La baja cantidad de lluvias facilita la maduración de las uvas y reduce el riesgo de enfermedades criptogámicas.
Variedades de la zona vitivinícola
Alrededor del 80% de la producción de la región es de la variedad autóctona, la Bobal. Además, como nota característica, es el segundo cultivo de mayor extensión de vid a nivel nacional, tras el Tempranillo, que también está representada en nuestra comarca. Otras variedades tintas son Cabernet Sauvignon, Mertlot, Garnacha Tinta, Garnacha Tintorera, Syrah, Pinot Noir, Petit verdot y Cabernet Franc.
Entre las variedades blancas, hay que mencionar la autóctona, la Tardana, que junto con la Macabeo, Merseguera, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Parellada, Verdejo y Moscatel de grano menudo producen los vinos blancos de nuestra región.
Todas estas características de la región de Utiel-Requena, clima, suelo, historia, variedad de uva y disposición del viñedo se transfiere a los vinos impregnándoles de unas señas de identidad únicas y distinguidas. A esto hay que unirle el gran trabajo que se realiza desde las aproximadamente 95 bodegas que existen dentro de la Denominación, y que con su esfuerzo y tesón están aportando una proyección exponencial a los vinos de la región.