Parece algo muy sencillo, e incluso puede llegar a ser obvio. Para llegar a tu público, a tu audiencia o a tus clientes no hay otra manera que invertir en marketing y comunicación. Evidentemente, lo primero es tener un producto bueno y de calidad. Fórmula aplicable a cualquier ámbito o negocio.
Pero centrándonos en el sector vitivinícola, el futuro le depara grandes retos por delante. El primero y más importante de ellos es seguir potenciando y promoviendo el consumo de vino entre los consumidores.
El marketing y la comunicación son fundamentales para proyectar y posicionar el vino y las bodegas entre sus públicos
Y el segundo de los retos está estrechamente relacionado con el primero y es la evolución de las tendencias y la aparición de nuevos consumidores y nuevas maneras de comprar y de relacionarse en el mundo digital.
Podríamos elaborar una lista inacabable de desafíos, pero destacamos estos dos porque es precisamente el marketing una de las herramientas que puede contribuir a afrontarlos con éxito.
Entonces la pregunta obligatoria es, ¿cómo la comunicación y el marketing pueden impulsar nuestro negocio enológico? Pues aquí van cinco razones:
La identidad de los vinos también pasa por disponer de un continente (botella) atractivo y diferenciador.
- El marketing nos permite conocer bien nuestro producto y saber lo que le diferencia del resto. Eso implica necesariamente que además de estudiarnos a nosotros mismos, nuestros vinos, nuestra bodega y nuestra materia prima, también debemos conocer de cerca a la competencia. Eso pasa por hacer un amplio y exhaustivo estudio de mercado, que nos permita identificar todas esas variables y decidir cuál queremos que sea nuestro posicionamiento dentro de ese universo.
- Nos ayuda a construir una marca y asociarle unos valores claramente identificables y diferenciadores. El marketing vitivinícola pasa necesariamente por invertir en branding, packaging, identidad visual, merchandising, etc.
- Identifica quiénes son nuestros consumidores y potenciales clientes, sus necesidades, sus gustos y sus hábitos. Sólo conociéndoles profundamente sabremos cómo llegar a ellos y ofrecerles lo que se adapte a sus necesidades y gustos.
- Nos ayuda a conectar con nuestros clientes. Establecer una conexión emocional con los consumidores finales, ofreciendo una experiencia global. El cliente de hoy en día es más exigente, busca vivir experiencias nuevas, sorpresa e interacción, que le cuenten historias y conectar con ellas. Ahora está de moda decir engagement.
En los últimos años han aparecido nuevos canales de comunicación. Fuente image: Freepik
- Además, nos permite llegar a nuevos consumidores (gente joven, millenials). Eso implica indudablemente subirse al tren de las nuevas tecnologías, empleando los nuevos canales de comunicación como son las redes sociales y la innovación.
Después de todo esto, ¿Os hemos convencido? ¿Nos aportáis alguna razón más?
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Es una necesidad vital de esta d.o.;tenemos buenos caldos de buenas cepas ,cambiar la produccion ;y mejorar la venta es crucial