Que si el tapón de rosca no es sinónimo de vino bueno, que si el vino tinto es para carnes y el blanco para pescados, o que los vinos de marcas más conocidas de otras zonas jamás te fallarán… ¿Cuántas veces has escuchado a alguien afirmar categóricamente estas y otras “verdades irrefutables” sobre el mundo del vino? Pues bien, como dice el refrán: “Al pan, pan y al vino, vino”. Hoy te hablamos con sinceridad y sin dogmatismos sobre cuatro falsos mitos acerca del vino que circulan de boca en boca.
- El vino, cuanto más viejo, más bueno.
Desde este blog desmentimos esta frase hecha que distorsiona la cultura vinícola y por supuesto el disfrute del vino. Durante siglos, y hasta hace unos años, se creía popularmente que un buen vino era aquel que envejecía y, por el contrario, los vinos jóvenes eran de menor calidad y menos apreciados. Actualmente la enología y el conocimiento sobre ella han avanzado y ahora esta premisa ha quedado obsoleta. Es cierto que hay vinos que tienen la estructura adecuada para ganar calidad con el envejecimiento, como sucede con muchos de nuestros bobales, de hecho, y otros tienen un tiempo óptimo de consumo, pasado el cual es muy probable que el vino pierda propiedades. Así que, cada vino, a su tiempo.
- Los vinos tintos son para carne y los blancos para pescado.
Hay tradiciones o costumbres que pasan de boca en boca y de encuentro en encuentro y al final se toman como ciertas. Y la verdad es que, aunque los vinos tintos combinan mejor con platos más fuertes, y los blancos con platos más suaves, el maridaje es algo mucho más complejo: el análisis y la combinación de sabores va mucho más allá de este simplismo. Y no olvidemos que también tenemos rosados de bobal, maravillosamente combinables con platos de pescados, carnes, ensaladas y pastas.
Los vinos de la D0 Utiel-Requena, siempre una excelente elección
- Si el tapón es de rosca el vino no es de calidad.
¿Qué hay de cierto en esto? Es verdad que para un vino que va a evolucionar en botella, el corcho natural es importante, pero para vinos que se van a consumir en uno o dos años, la rosca es
una buena opción. Como ocurre con el corcho natural, hay tapones de rosca de distintas calidades, lo que permite diferenciar la calidad del vino. Además, si la misión del tapón es cerrar lo más herméticamente posible la botella para evitar oxidaciones, el de rosca cumple la función perfectamente. De hecho, hay países donde esta opción es mayoritaria: Nueva Zelanda, Australia, África del Sur y Chile, por ejemplo. Eso sí, la elección de la rosca nos priva de la ceremonia social y cultural de descorchar la botella que tanto disfrutamos en la DO Utiel-Requena. ¡Tú decides!
El tapón de rosca, una opción mayoritaria en muchos países
- Los vinos siempre se deben conservar tumbados.
Esta afirmación es cierta para los vinos de guarda y los espumosos, donde la humedad del tapón limita y regula la entrada de aire hacia el vino. Cuando no influye tanto la colocación en horizontal o vertical en la evolución del vino es cuando el tapón de la botella es sintético o de rosca.
¿Has derribado algunas falsas creencias? Nos alegramos. ¡Olvídate de los dogmas y disfruta del vino en toda su amplitud!
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